Afortunadamente el vicio de la fotografía digital me llegó años después de usar análogo, sin embargo, es un vicio necesario que no pienso abandonar.
En definitiva, el primer contacto que pude tener con eso de capturar fotos digitalmente, por medio que no fuera la web cam, fue con los celulares (de mis amigos, claro). Era lo más por ahí del 2004.
Años después, el primer contacto con una cámara réflex digital fue a través de la escuela. Era una Canon EOS 20D, que con sus 8,2 megapíxeles, era la manzana de la discordia; pues sólo era una cámara por grupo y nos rolábamos el papel de fotógrafo por clase. Además, nos teníamos que tomar una foto donde saliéramos con el/la modelo para saber donde terminaban las fotos de uno y comenzaban las del otro, algo así:
Por otra parte, estaban las cámaras de bolsillo, siempre he sido fan de las canon, así que me divertía con ella todo el tiempo haciendo experimentos con todos sus settings. Como la siguiente foto, que por las prisas, sólo están sobre una mesa y el fondo es una ventana muy amplia, sólo sobre expuse la toma.
Después ya había la fabulosa cantidad de 2 cámaras en la escuela, la otra era una EOS Rebel XTi de 10.1 Megapixeles y la pude usar yo solita usando como pretexto un proyecto escolar de retrato de bandas. Así que pude usar el estudio, las luces y la réflex como si fueran mías…
Además, una amiga bien buenísima onda, me prestaba su cámara Nikon D40X de 10,2 megapíxeles, cuando comencé a tomar fotos de conciertos, que por cierto era RETE MALETÍSIMA (yo, no mi amiga), ¡y lo digo muy en serio! Pero luego hablaré más de eso en otra ocasión.
Pero no todo era la cámara, también comencé a aprender cosas de fotodiseño, que es algo es casi terapéutico para mi, ¡me encanta! y aunque nunca lo he desarrollado más allá de un hobbie, no lo he abandonado. Esos fueron mis primeros ejercicios de diseño:
Por cierto, ese desnudo fue parte de una exposición.